jueves, enero 11, 2007

La movilidad socioeconómica es muy baja en los países latinoamericanos

ESTUDIO | Los índices de movimiento social de Chile, Venezuela y México son mejores que los de Uruguay, Argentina y Brasil
La movilidad socioeconómica es muy baja en los países latinoamericanos
Hay escasas probabilidades de reducir la desigualdad si no se adoptan políticas que ataquen la falta de igualdad de oportunidades

Es muy difícil que los latinoamericanos puedan mejorar de status socioeconómico por su propio esfuerzo, o sea todo lo que está vinculado con la educación y el trabajo, afirmó el economista argentino Néstor Sebastián Calónico, consultor del Departamento de Investigación del BID, que acaba de publicar un estudio titulado "Análisis de movilidad y dinámica del ingreso en América Latina utilizando seudopaneles". En diálogo con ECONOMIA & MERCADO, el autor explicó la metodología inédita utilizada y los resultados obtenidos en esa investigación. Cabe señalar que las declaraciones efectuadas por el entrevistado han sido hechas a título personal y no reflejan necesariamente el pensamiento institucional del BID. A continuación se publica un resumen de la entrevista.

-¿Qué indicadores determinan que América Latina sea la región más desigual en el mundo en lo que respecta al reparto de la riqueza, del ingreso y de las tierras?

-Todos los indicadores, siendo el índice de Gini el más utilizado, muestran que América Latina es una de las regiones más desiguales del mundo, habiendo sido superada sólo por algunos países de África en ciertos momentos durante los últimos sesenta años. Lo más preocupante es que esta situación ha continuado desarrollándose incluso en los períodos de expansión económica. Algunos indicadores como la distribución del ingreso o las tasas de pobreza se han mantenido estables o han empeorado durante las décadas más recientes. Por consiguiente, el crecimiento económico no se ha extendido en forma pareja para todos los latinoamericanos. Para entender correctamente este fenómeno no alcanza con observar una de las dimensiones de la desigualdad -como, por ejemplo, el ingreso- y su distribución por separado. Es importante conocer en qué medida esa distribución se explica como una consecuencia de las diferencias en las características de los individuos o debido a una falta de oportunidades para determinados segmentos de la población.

-¿Hay una relación directa entre una distribución desigual del ingreso y la falta de oportunidades de ascenso en la escala social?

-En principio no existe una relación directa entre distribución del ingreso y existencia de oportunidades en una sociedad. Es decir, es posible que una sociedad tenga alta desigualdad, pero alta o baja movilidad. En el primer caso, la desigualdad no sería un problema grave, ya que los individuos desfavorecidos podrían mejorar su situación a partir de su propio esfuerzo. En cambio, sí es grave cuando una sociedad presenta un alto nivel de desigualdad acompañado por una baja movilidad. En este caso, no es posible que la gente que se encuentra peor mejore su situación por sí sola, por lo cual se vuelve indispensable algún tipo de política para solucionar este problema.

Definición

-¿En qué consiste exactamente la movilidad social?

Básicamente depende de las posibilidades que tengan los habitantes de un país de moverse en la escala social. Ese es un concepto muy amplio que se puede visualizar desde distintos ángulos y que ha sido estudiado por diversas disciplinas (economía, sociología, filosofía, etc.). Puede ser estudiado desde diferentes puntos de vista como, por ejemplo, qué medida de status socioeconómico utilizar, ya que la movilidad se puede ver a partir de la educación de una persona, su empleo, su nivel de ingresos, etc. A su vez, el nivel con el que se analiza la movilidad también puede variar. Por ejemplo, podemos estudiarlo a nivel de generaciones, o sea cómo cambia el status socioeconómico entre padres e hijos (intergeneracional), o para una misma persona a lo largo del tiempo (intrageneracional). En mi estudio en particular, he tratado de captar en qué medida evoluciona el status socioeconómico de los individuos a lo largo del tiempo, utilizando su ingreso laboral como medida de status socioeconómico.

-¿Cómo se puede medir la movilidad de una sociedad determinada?

-Hay diferentes formas de medir la movilidad socioeconómica. Los estudios realizados en los países más desarrollados, donde se cuenta con información más detallada, utilizan datos de los ingresos para medir a una misma persona a lo largo del tiempo. Así se puede comparar cómo se relaciona el ingreso de los padres y el de los hijos durante un cierto número de años. Eso permite obtener una medida de movilidad intergeneracional, que se obtiene en base a los llamados "datos de panel".

Metodología

-¿En qué consisten básicamente esos datos de panel?

-Se basan en la información que se recaba en la propia familia que es estudiada a lo largo del tiempo. Es decir, tienen como objetivo seguir a las mismas personas durante un período extendido de sus vidas. Eso le permite al investigador, a diferencia de las encuestas continuas de hogares tradicionales -en donde una muestra aleatoria es entrevistada en cada período- saber exactamente cuál es la evolución de diferentes variables, que pueden referirse a los ingresos, el nivel educativo o la condición laboral, aplicables a un individuo y a sus familiares. Los datos de panel más antiguos cuentan con información de aproximadamente cinco décadas.

-¿No resultan eficientes las encuestas continuas de hogares para la medición de la movilidad socioeconómica?

-Por lo general, la encuesta de hogares lo que hace es tomar una muestra aleatoria de personas de un grupo en cada período estudiado y, por consiguiente, no resulta posible identificar a las mismas personas que respondieron la encuesta anterior y hacer un seguimiento individual. Eso impide realizar el mismo tipo de estudio de movilidad que se ha llevado a cabo en los países desarrollados. Sin embargo, uno de los objetivos de mi estudio es mostrar que estas encuestas permiten recuperar información sobre movilidad, aun cuando no se cuente con datos de panel, lo cual habilita a llevar a cabo análisis no realizados hasta ahora.

-¿Cuáles fueron las mayores dificultades que encontró para investigar la movilidad en las sociedades latinoamericanas?

-Debido a que la movilidad socioeconómica tiene una naturaleza de largo plazo, se requieren datos de panel recabados durante un período prolongado. Como ese tipo de información no está disponible en muchos países latinoamericanos, esa limitación se convirtió en uno de los desafíos más importantes ya que hubo que utilizar seudopaneles que se construyeron en base a la principal fuente de datos utilizable en la región: las encuestas de hogares.

Seudopaneles

-¿Cómo confeccionó esos seudopaneles para lograr resultados relativamente confiables?

-Los seudopaneles se diferencian de los paneles reales de datos en que son construidos a partir de encuestas que se realizan sobre una muestra aleatoria. Mientras que los paneles hacen un seguimiento de las mismas personas a lo largo del tiempo, las encuestas de corte transversal recaban información de diferentes personas en cada período; si bien algunas de estas personas pueden ser las mismas, la forma de construir las encuestas no hace posible identificarlas. A partir de ese tipo de encuestas, la metodología de seudopaneles lo que hace es armar grupos de personas que tengan alguna característica en común como, por ejemplo, el año de nacimiento o el nivel educativo. Entonces, estos grupos sí pueden ser identificados y analizados a lo largo del tiempo. En el caso del grupo de todas las personas que nacieron en 1940, se los puede observar en encuestas de hogares de diferentes años. Una vez que tenemos estos grupos armados, dentro de cada grupo se toma el promedio de las variables que nos interesa analizar.

-¿Cuál fue la variable utilizada en su estudio?

-La variable es el ingreso laboral de las personas. Esos promedios pasan a ser entonces nuestra variable de interés. Entonces, analizo la evolución del ingreso laboral de varios de esos grupos a lo largo del tiempo, utilizando la mayor cantidad disponible de datos, dependiendo de cada país. De esta forma es posible realizar un estudio como si contáramos con datos de panel. Por supuesto que no siempre es posible replicar los resultados que obtendríamos con datos de panel, pero aun así, podemos encontrar algunas ventajas. Por ejemplo, mientras que las encuestas de datos de panel suelen focalizarse en determinado grupo, ya sea trabajadores, jóvenes, etc., las encuestas de hogares tratan de ser representativas de la población como un todo.

En segundo lugar, las encuestas de hogares están disponibles en la mayoría de los países y cubren períodos más extensos que los paneles de datos. Además, no sufren de un grave problema presente en los paneles, la "atrición", es decir que los individuos dejen de participar de la encuesta, ya que en los seudopaneles una nueva muestra es recabada en cada período. Por último, el problema de errores de medición, que está generalmente presente cuando se le pregunta a la gente sobre su propio ingreso, queda sustancialmente reducido porque los seudopaneles se confeccionan promediando las variables de las características de cada grupo.

Factores determinantes

-¿Qué factores inciden fundamentalmente en los índices de movilidad?

-Los factores más importantes para medir el nivel de movilidad son los que determinan la existencia de igualdad de oportunidades. Se podrían nombrar, entre otros, el acceso a la educación, a la salud y el funcionamiento de los mercados de trabajo, así como la facilidad que tienen las personas para integrarse a los mismos más allá de su status social, sus orígenes familiares y sus características individuales (físicas, raciales, religiosas, etc.), es decir todos aquellos elementos que exceden a su propio esfuerzo.

-La socióloga mexicana Rossana Reguillo Cruz, especializada en los temas de los colectivos juveniles latinoamericanos, sostiene que la educación no es hoy una garantía de movilidad social porque los mercados no tienen capacidad de absorción de la mano de obra calificada juvenil. ¿Qué incidencia tiene el nivel de escolaridad de los hogares y los individuos en la movilidad socioeconómica de acuerdo con su investigación?

-En base al estudio que realicé, pretendo demostrar que la educación es un factor de gran importancia para superar los problemas de baja movilidad. Admito que es cierto que los mercados están requiriendo mano de obra altamente calificada y, por lo tanto, la educación necesaria no implica solamente haber cursado el ciclo básico de enseñanza media (nueve años de escolaridad), sino que se precisa acceder a la educación superior. Aunque la matrícula universitaria ha registrado una mejora en los últimos años en la región, todavía estamos por debajo de los países desarrollados y de la mayoría de las economías emergentes. Por lo tanto, eso explica por qué la educación básica, o sea a la que accede la población de menores recursos, no es actualmente un factor extendido que ayude a mejorar la movilidad de esos segmentos hacia los niveles más altos de la sociedad.

-Según su estudio, ¿tienen las mujeres latinoamericanas mejores o peores oportunidades que los hombres para ascender en la escala socioeconómica?

-No he hallado diferencias en cuanto a género respecto a la movilidad social en mi estudio. Sí está probado por otros investigadores que incursionaron en este tema que las mujeres latinoamericanas tienen menores posibilidades de ingreso al mercado laboral, acceden a empleos menos calificados y, por tanto, obtienen remuneraciones más bajas que los hombres.

-¿Se debe ese menor grado de oportunidades para las mujeres en el mercado laboral a que poseen un nivel de escolaridad más bajo?

-Si bien hace más de veinte años las mujeres tenían menores niveles educativos, la situación se ha invertido en las últimas décadas. Las representantes del sexo femenino son quienes más se han capacitado, estando hoy casi al mismo nivel de educación, en promedio, que los hombres, lo cual permite suponer que hay un tema de segregación laboral de género en la región.

Resultados generales

-¿Cuáles fueron los resultados generales de su estudio sobre movilidad socioeconómica en América Latina?

-De este estudio realizado en ocho países -Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, México, Uruguay y Venezuela- en el período 1992-2003, surge que la movilidad en la región es muy baja, sobre todo si se la compara con los niveles de los países más desarrollados. Eso implica que resulta muy difícil para los individuos poder progresar a partir de su propio esfuerzo. Por lo tanto, existen escasas probabilidades de una reducción de la desigualdad en el futuro cercano si no se adoptan políticas que traten de resolver el problema de falta de igualdad de oportunidades

-Dentro de la baja movilidad existente en los países estudiados, ¿dónde aparecen los mejores índices de movilidad y dónde se registran los peores?

-De acuerdo con los elementos que utilicé, los mejores índices de movilidad fueron los de Chile, Venezuela y México, mientras que encontré los peores en Uruguay, Argentina y Brasil. En una segunda etapa, tendré que analizar qué problemas están determinando las diferencias en la movilidad de los países seleccionados.

-¿Cómo se explica el mejor nivel de movilidad en Chile, donde si bien la pobreza ha disminuido considerablemente en los últimos años, la distribución del ingreso no ha variado significativamente en varias décadas?

-En todo caso, se podrían señalar dos posibilidades. Por un lado, se puede pensar que la estructura del ingreso va a mejorar en el futuro porque en los últimos diez años Chile ha registrado una movilidad socioeconómica más alta que la de los demás países latinoamericanos. Por otro lado, se puede considerar que ese país tiene mucha movilidad pero con mucha variabilidad, es decir que un número importante de personas puede mejorar su status en la escala social, pero también hay una cantidad considerable de individuos que se ven disminuidos en dicha escala y, por lo tanto, la distribución del ingreso no cambia significativamente. Esto se relaciona con lo explicado al principio respecto a que no existe una relación directa entre nivel de movilidad y distribución del ingreso o también situación de pobreza.

La movilidad es un incentivo para la gente

Siempre se ha dicho que la sociedad argentina y la uruguaya de fines del siglo XIX y principios del siglo XX fueron casos emblemáticos de alta movilidad socioeconómica. ¿Cuáles son los beneficios que resultan de que la población pueda ascender en la escala social?

-Una sociedad con una distribución desigual del ingreso, pero con suficientes oportunidades para que cualquiera pueda moverse a lo largo de esa distribución, es capaz de generar los incentivos apropiados para integrar a todos sus miembros. Al contrario, si los integrantes de ciertos sectores son incapaces de mejorar su situación, la desigualdad se reflejará en la falta de oportunidades y afectará negativamente el crecimiento y el desarrollo.

-Entonces, ¿cuál sería el nivel adecuado de movilidad socioeconómica?

-Si bien es deseable que todos los individuos tengan las mismas oportunidades y que puedan progresar a partir del esfuerzo personal, la relación no es tan obvia desde el punto de vista teórico. Se puede afirmar con razón que una mayor movilidad puede asociarse con variabilidad de ingresos hacia arriba, pero también hacia abajo, lo cual ya no es tan fácil de justificar. El nivel adecuado de movilidad va a depender de las propias preferencias de cada sociedad. Seguramente, un cierto movimiento siempre es conveniente ya que representa una forma de incentivo hacia las personas que quieren progresar.

Ficha técnica

Néstor Sebastián Calónico, argentino, es licenciado en economía de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y posee una maestría en economía de la Universidad Torcuato Di Tella (Argentina). Hoy es consultor del Departamento de Investigación del BID. Fue investigador de la Escuela de Negocios de la Universidad Torcuato Di Tella. Ejerció la docencia como profesor adjunto de Econometría y Estadística en dicho casa de estudios y profesor adjunto de Macroeconomía y Economía Internacional en la UBA.

Mejorar el status por el esfuerzo propio

r -El profesor Claudio Fuentes, director de Flacso-Chile, ha dicho que aparentemente en algunos países de América Latina -como, por ejemplo, Chile- existen sólo dos únicas rutas de ascenso social: la universidad y el contacto familiar. ¿Coincide Ud. con esa afirmación?

-Teniendo en cuenta que las conclusiones de mi estudio señalan una baja movilidad social en América Latina, eso indicaría que es muy difícil que las personas pueden mejorar de status por su propio esfuerzo, o sea lo que está vinculado a la educación y el trabajo. En todo caso, eso significa que lo que más ayuda a moverse en la escala social es la herencia familiar, es decir bienes materiales, capital social, etc.

-¿Qué políticas públicas deberían adoptarse cuando se comprueba que el esfuerzo personal no alcanza para ascender social y económicamente, es decir cuando la consigna de "trabajar duro" de nuestros antepasados inmigrantes no alcanza para progresar y termina en una gran frustración generacional?

-Las políticas públicas deben apuntar hacia un mayor avance en cuanto a igualdad de oportunidades. Eso abarca desde un acceso más amplio a la educación en todos los niveles, pasando por servicios de salud acordes con los niveles alcanzados por la medicina en el mundo, hasta el acceso a los mercados de capitales, sobre todo el crédito para financiar vivienda, etc.