martes, setiembre 01, 2009

Tatchell Hablando: Luego de Stonewall – El Retroceso Gay desde el Idealismo Radical

Da para Pensar muchas cosas!

Original: After Stonewall – The gay retreat from radical idealism

¿Qué ha sucedido con la revolución gay que brotó en los disturbios de 1969? Durante los últimos 40 años, los brotes de idealismo de los pioneros de la Revolución rosa han sido de todo pero han cesado. Que vergüenza. Nosotros, los queers parecería que hemos avandonado la revolución de uber- respectabilidad; asimilándonos y conformándonos como unas viudas ancianas. Ohh que cosa!

Los disturbios de Stonewall en Nueva York no fueron tan importantes en si mismo. Lo importante es el movimiento que iniciaron – El movimiento para la revolución Lésbica, Gay, Bisexual y Trangénero (LGTB), que se inició en Nueva York y luego se desperdigó por el mundo.

El movimiento fue revolucionario. Nunca algo así había sucedido en la Historia de la Humanidad. Seguro, ya habían sucedido anteriormente organizaciones homosexuales que demandaban unas reformas de leyes en Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania y los Países Bajos. Pero éstas eran mayormente pequeños grupos de lobby. Sus miembros tremendamente fanaticos con la causa pero usualmente con carácter defensivo y en el armario.

El movimiento global de liberación LGTB era radicalmente diferente. Estaba medularmente enfocado en la concientización queer – el movimiento de la gente LGTB en massa anulaban la victimización y el detener hacer apologías. En lugar de un pedido por la tolerancia, la demanda era aceptación incondicional. Muchos salieron salieron “del armario”. Esto no había sucedido anteriormente, al menos no en esta escala.

Yo empecé con el Frente de Liberación Gay de Londres (GLF) a la edad de 19. Nuestro slogan era: (Lo) Gay es (lo) Bueno. Estas tres palabras eran revolucionarias. Hasta ese entonces casi todas las personas – incluyendo muchos LGTBs – creían que (lo) gay era (lo) malo, loco y triste. Mientras que que la sociedad en su conjunto veía la homosexualidad como un problem, nosotros decíamos que el problema era la homofobia. La supremacía heterosexista, para nosotros, era el equivalente de la supremacía blanca.

En contraste a lo que mayormente es hoy en día el movimiento LGTB, el Frente de Liberación Gay de Londres no era un tema de campaña. Nos veíamos a nosotros mismos como parte de una estragia política más amplia por un mundo mejor y más humano; aliniandonos nosotros a veces críticamente con el movimiento de mujeres negras, el movimiento obrero y con las campañas contra el Apartheid y la guerra.

Nuestra visión era una nueva democracia sexual sin homofobia y sin misegenía –sin machismo. La culpa y la vergüenza erótica serían exterminadas, junto con la monogamía socialmente impuesta y los roles Femenino y Masculino. Allí habría libertad sexual y
Derechos Humanos para todos – Queers o Heterosexuales. Nuestro mensaje era “innoven y NO se asimilen”.
El Frente de Liberación Gay de Londres jamás hizo pedido por el concepto de Igualdad, si bien que obviamente la queríamos para todas las personas. Nuestra demanda era más general, más amplia, queríamos la liberación. Queríamos cambiar a la sociedad, no acatar meramente con sus normas y reproducirlas. Derechos de igualdad dentro de una fallido e injusto sistema inmovil que nos atrapada en la idiotez. Esto sería paridad en término heterosexistas, dentro de una pre existente forma de instituciones y leyes realizadas por y para la mayoría heterosexual. La Igualdad dentro de su sistema implicaría conformismo con su sistema de valores y sus leyes – una fórmula de sumición gay e incorporarse, y no liberación.

Argumentamos por entonces, y yo aún sigo armentando ahora que aceptar la mera Igualdad implica el abandono de cualquier perspectiva crítica sobre la cultura heterosexista. En lugar de un excepticismo saludable implicaría una sustición inocentemente de la adquisición del heterosexismo vital. Discernientemente es rendirse a favor de la complicidad. Mientras que la heterosexualidad tiene sus buenos puntos de vista, también tiene sus puntos malos, como el machismo de muchos hombres heterosexuales que está vinculado a la cultura del “patoterismo” y la violencia contra las mujeres.

En 40 años desde Stonewall y el Frente de Liberación Gay de Londres, ha habido una masiva retracción – un paso hacía atras- de la visión radical. La mayor parte de las personas LGTB ya no cuestionan los valores, las leyes y las instituciones sociales. Hay como una cierta acepción feliz, consentimiento – socialmente hablando- de dictar Derechos de Igualdad dentro de un Status Quo. En la era del Consentimiento entre heterosuales y homosexuales, el movimiento LGTB aceptó la igualdad de la edad de consentimiento sexual en 16 años, ignorando la criminalización de las personas menos de edad y a sean heterosexuales u homosexuales. ¿Qué es eso, que los menores de 16 años no tienen Derechos Humanos sobre su sexualidad también? La Igualdad no les ha ayudado. Todo lo que tienen es una igual injusticia.

Cuando hicimos campañas para el Derecho de los Homosexuales para servir en las Fuerzas Armadas libremente expresando su sexualidad, el movimiento LGTB jamás cuestionó el natural autoritarismo que está detrás de la institución militar, ni tampoco su oscura Historia sobre los abusos de los Derechos Humanos de esta. No existía intención de tener un final en esa proihibición sobre los Homosexuales ni hacer una mayor democratización de las Fuerzas Armadas.

Mientras que el Frente de Liberación Gay de Londres vio al Matrimonio y la Familia como una prisión patriarcal para la mujer, la gente gay y los niños, hoy por hoy el movimiento LGTB es un lucha no críticamente para el matrimonio homosexual y las familias. Ha abrazado aspiraciones tradicionales heterosexuales y se ha cerrado sobre ellas. Qué irónico! Mientras que los heterosexuales desiertan en el matrimonio, los del mismo sexo se desesperan por abrazarlo: Testimoniar la actual batalla legal por el derecho a matrimoniarse en California. ¿Son los Queers los nuevos conservadores del siglo XXi suburbanizados?

No me malinterpreten. Más allá de mi crítica al matrimonio y mi reivindicación a un modelo más democrático y flexible de las relaciones y su reconocimiento y derechos, yo me opongo a la proihición de la Igualdad Matrimonial sobre las parejas del mismo sexo. Es una discriminación homofóbica. Mayormente, la mayoría del movimiento LGTB británico en este momento es débil frente a la demanda de una igualdad matrimonial. Aceptan a las Uniones Concubinarias Civiles –válidas legalmente para las parejas del mismo sexo- en lugar del matrimonio civil para todos. Esto no es Igualdad. Leyes separadas, no son leyes para la Igualdad. Que habrían protestas en las calles si es que el Gobierno proihibiera las personas de raza negra el derecho a casarse y les ofreciera un régimen de Concubinato Civil en su lugar. Sería denunciado como Apartheid. Bien, eso es lo que los Concubinatos Civiles son: Apartheid Sexual. Las parejas del mismo sexo están legalmente proihibidas de acceder al Matrimonio Civil (homofobia) y las parejas heterosexuales están legalmente proihibidas de acceder al Concubinato Civil (heterofobia). Dos actos de errar o desacertar, no logran hacer uno correcto.

La comunidad LGTB se retrae del radicalismo y esto significa una gran pérdida de confianza y optimismo. Se ha sucumbido en las políticas del conformismo, la respectabilidad y la moderación. Que vergüenza. El Frente de Liberación Gay de Londres se atrevió a imaginar lo que una sociedad podía ser más allá del acto de resignarse a aceptar a la sociedad tal como es – y nosotros deberíamos hacer lo mismo.

Peter Tatchell
www.petertatchell.net

Escrito en la revista fyne times edición Agosto 2009

Traducción al castellano por Pau Rügnitz – Agosto 2009